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In English | Mis hijas, Maggy y Sharon, y yo nos pasamos toda la semana pasada en Murietta, California preparándonos para la Gran Comida Comunitaria, nuestro fin de semana de retiro

semestral para casi 100 blogueros y patrocinadores gastronómicos. Para nosotros, nada de las comidas típicas de las conferencias en hoteles: lo preparamos todo —desde los platos para la cena

de la recepción de apertura del viernes y las tres abundantes comidas del sábado, hasta el desayuno-almuerzo de despedida del domingo—. Para mantener cuerdos al equipo gastronómico, todos

los platos se prepararon con anticipación.

Las fresas cubiertas con chocolate fueron el plato más popular del evento. Son perfectas para este tipo de evento por muchas razones. Las fresas están de temporada ahora, y con el chocolate,

luces brillantes en el mundo de los "superalimentos". También son maravillosamente fotogénicas. Sumerge fresas maduras en chocolate oscuro derretido y blogueros con cámaras comienzan a

tomar fotos para sus próximas publicaciones gastronómicas sensuales en Facebook, Twitter e Instagram. Pero todo se trata del sabor. Después de las fotos, todos se dan el gusto de

saborearlas. El placer es inmediato, y los sabores son sencillos y poderosos.

Podríamos haber cubiertos las fresas solo de chocolate, pero a medida que se seca, el chocolate se endurece, y vuelve a su estado sólido original —demasiado quebradizo para una baya

delicada—. Para solucionar ese problema, puedes derretir un poco de manteca con el chocolate para suavizarlo. Pero como la manteca es un alimento parcialmente hidrogenado (una grasa trans no

saludable), he comprobado que el aceite de coco, que ayuda a mantener la salud cardíaca, funciona igual de bien y aporta un sabor sutil y agradable.

Un último consejo: utiliza fresas locales de temporada y chocolate de alta calidad. Entonces, deléitate con este bello postre.

Calienta el chocolate y el aceite de coco en un tazón mediano, al baño de María sobre una olla de agua a fuego lento hasta que se derritan por completo. Una por una, sujeta las fresas por el

tallo y sumérgelas en la mezcla de chocolate; deja que gotee el exceso de chocolate en el tazón. Colócalas en una hoja de papel pergamino; deja enfriar hasta que el chocolate se endurezca.

(Siempre y cuando las guardes en un lugar fresco lejos del sol, se pueden cubrir de chocolate con un día de anticipación).

Pam Anderson es experta en alimentos de AARP, autora de un libro de cocina con gran éxito de ventas y escribe en el blog threemanycooks.com.

Somos una asociación no partidista, sin fines de lucro, que ayuda a las personas mayores de 50 años a mejorar la calidad de sus vidas.

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