Cómo vestirte para una entrevista de trabajo


Cómo vestirte para una entrevista de trabajo

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GETTY IMAGES (3); CASPER HEDBERG; RACHEL LUNA; PAUL ARCHULETA Facebook Twitter LinkedIn


Una entrevista de trabajo es básicamente una cita a ciegas. Aunque tus impresionantes aptitudes profesionales y currículo son importantes, lo que te pones y cómo luces también importa. Ese


primer encuentro cara a cara les dice a los reclutadores, gerentes, personal de recursos humanos y propietarios de negocios pequeños si a tus más de 50 años eres la persona adecuada para su


"cultura" empresarial. (Por supuesto que ellos no dicen eso, pero no seamos tan políticamente correctos para ignorar el tema tabú de la edad). Ya sea que estés cambiando de empleo, empezando


otra vez después de perder un trabajo o reinventándote después de la "jubilación", eleva tu estilo. Deja que estas fotos de grandes personalidades te inspiren. Aquí explicamos cómo


conseguir ese trabajo con buen gusto.


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1. Estas 3 cosas te


pueden distinguir positiva o negativamente desde el "hola" La presidenta del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, se ve aquí con un traje de falda tejido en color claro con


zapatos de tacón color piel, cabello canoso corto y piernas cruzadas inclinadas; varias mujeres demuestran buena postura y lenguaje corporal; elige una bolsa y zapatos de moda. GETTY IMAGES


(3); MIKHAIL METZEL/TASS; ANGELA WEISS/AFP (2); MARC PIASECKI/GC IMAGES


Sí, tus zapatos, bolsa y postura se toman en cuenta. 


Compra zapatos de tacón nuevos. Sí, primero se fijan en tus zapatos; no es un mito. No fallarás si te pones zapatos de tacón elegantes con punta cerrada. Pavonea todo con estilos de tacón


bajo en bloque o chupete, o (si puedes) usa tacones de dos a tres pulgadas con punta cónica. No te pongas estilos cómodos "maternales” (lo siento, ¡yo también soy mamá!) como los tacones de


cuña, plataformas o puntas redondas... no en esta ocasión.


Siéntate con la espalda erguida, pero elegantemente. Ya sea que uses falda, vestido o pantalón, cruza las piernas a las rodillas y posiciónalas juntas hacia un lado. Mantén las manos


ligeramente entrelazadas en las rodillas para que no las muevas por el aire, sujetes los brazos de la silla o cruces los brazos sobre el pecho. Inclínate ligeramente hacia el frente y habla


con una sonrisa y con autoridad. Quizás tengas un excelente currículo, pero si te encorvas, murmuras o te mueves nerviosamente, olvídalo.