La campeona de tenis martina navratilova habla sobre el diagnóstico de cáncer


La campeona de tenis martina navratilova habla sobre el diagnóstico de cáncer

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Casi cuatro meses después de que sus médicos le dijeron que estaba curada, Martina Navratilova, que sobrevivió el cáncer en tres ocasiones y tiene 66 años, se reunió con pacientes en el Hope


Lodge de la Sociedad Americana contra el Cáncer (en inglés) en Nueva York, que ofrece alojamiento gratuito a los pacientes que viajan desde lejos para recibir tratamiento. Navratilova


visitó el centro como parte del Mes de la Concientización del Cáncer de Seno. La historia personal de la estrella del tenis con esta enfermedad se remonta al 2010, cuando se sometió a una


tumorectomía después de recibir un diagnóstico de cáncer de seno. Martina Navratilova firma una pelota de tenis durante su visita al Hope Lodge de la Sociedad Americana contra el Cáncer, en


Nueva York. MIKE STOBE/GETTY IMAGES FOR WTA Luego, a principios del 2023, recibió un nuevo y duro diagnóstico, un doble golpe de cáncer de mama y de garganta. "Pensé, cómo es esto


posible", le dijo a la comunidad de Hope Lodge. "No está relacionado con el primero y no están relacionados entre sí". Mientras hablaba con los pacientes, Navratilova demostró


la misma fortaleza que exhibió durante décadas en la cancha de tenis. “Ya he tenido cáncer tres veces, y lo más probable es que no vuelva a tenerlo; no forma parte de mi composición


genética”, señaló. Sin embargo, también dejó entrever su franca vulnerabilidad. “La posibilidad siempre está ahí. Solo tienes que pensar que no va a ocurrir por décadas. […] Al mismo tiempo,


te obliga a enfrentarte cara a cara con tu mortalidad, sin importar la edad que tengas”. Después de recorrer el centro, Navratilova se sentó con Edward C. Baig, de AARP, para conversar


sobre el proceso de su enfermedad. Las preguntas y respuestas se han editado con fines de claridad y brevedad. Martina Navratilova juega la final individual femenina de Wimbledon en 1978.


S&G/PA IMAGES VIA GETTY IMAGES CUANDO RECUERDAS LOS DESAFÍOS, NO SOLO EN TU CARRERA DE TENISTA, SINO AL DESERTAR DE TU CHECOSLOVAQUIA NATAL EN 1975, ¿CÓMO TE HA AYUDADO ESO A SUPERAR


TODO LO QUE HAS VIVIDO POR EL CÁNCER? Fue lo más difícil, aparte de dejar atrás a mi familia. Pero, por supuesto, tenía 18 o 19 años cuando sucedió aquello. Entonces piensas que todo va a


salir bien. Cuando te haces mayor, prefieres no correr riesgos. Sabes todas las cosas que pueden salir mal. Y con este [diagnóstico], pensé: “Madre mía, ¿qué va a ocurrir? ¿Cómo voy a


afrontarlo, física [y] emocionalmente?”. Una vez que comienza el tratamiento, ya puedes ver el final del camino. La parte emocional fue más fácil, pero la física fue terrible. Y, como sabes,


solía entrenarme con mucha intensidad. Eso no fue nada comparado con lo que tuve que padecer cada día. ¿CÓMO FUE EL TRATAMIENTO?   El problema fue que recibí quimioterapia y terapia de


protones al mismo tiempo. No sabes qué efecto tiene cada tratamiento en el organismo. Y al cabo de unas dos semanas, se me empezó a cerrar la garganta y [me salieron] llagas en la boca, pero


lo más difícil [era] tragar. Incluso algo tan simple como bostezar: se interrumpe el bostezo porque se te cierra la garganta. Eso no es nada en un contexto más amplio, pero te afecta de


muchas formas distintas. Tenía mucho frío; solía temblar a pesar de que la habitación estaba cálida.