Prisioneros de guerra de vietnam: del infierno a la eterna felicidad


Prisioneros de guerra de vietnam: del infierno a la eterna felicidad

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Cuando trabajaba como azafata en Pan Am, envió $2.50 por correo para comprar un brazalete conmemorativo de prisionero de guerra. El suyo decía: Teniente James Bailey, 6-28-67, la fecha en


que fue derribado su F-4 Phantom. Bill, como se le conoce, llevaba prisionero más de cuatro años. “Lucía el brazalete con orgullo y oraba por el teniente James Bailey todas las noches”,


recuerda Suzy. Bill y Suzy Bailey se conocieron después de que él fue liberado como prisionero de guerra. Cortesía de Bill y Suzy Bailey Cuando supo que iba a ser liberado, le envió un


telegrama en el que decía que ella y su compañera de apartamento le enseñarían la ciudad si alguna vez visitaba Londres, donde ella vivía. Más de 3,000 personas enviaron cartas de


felicitación a Bailey. Respondió a la mayoría de ellas con cartas modelo, “excepto a algunas de las chicas solteras”.  Cuando ambos se conocieron en Londres, la química fue instantánea. Más


tarde, en París, Bill le propuso matrimonio a Suzy. See more Salud y bienestar offers > Cuarenta y siete años más tarde, después de ambos hacer carrera, pilotar su propio avión y criar a


sus tres hijos, su mutua pasión no ha amainado.  Bill, bromea ella, es su “novio por encargo”. Tras estar detenido durante casi seis años, no guarda rencor a sus captores, observa Suzy, y le


muestra “el verdadero significado del perdón”.  EVERETT Y TAMMY ALVAREZ, ROCKVILLE, MARYLAND  Everett Alvarez, de 26 años, fue el primer piloto de Estados Unidos derribado sobre Vietnam del


Norte, y el primer miembro de sus fuerzas armadas en ser tomado prisionero. Su cautiverio comenzó en agosto de 1964 y duró ocho años y medio. “Ya que yo era mexicano-estadounidense, me


sometieron a interrogatorios especialmente intensos para que me volviera contra Estados Unidos, la Marina y mis ‘opresores blancos’”, dice Everett, lo que “nunca lograron”.  Everett y Tammy


Alvarez se conocieron en el aeropuerto internacional de Dulles. Cortesía de Everett y Tammy Alvarez El día de Navidad de 1971, sus captores le hicieron un “regalo": una carta que le


informaba que su esposa se había divorciado de él y se había vuelto a casar. Tras su regreso a Estados Unidos y después de una conferencia de prensa en el Hospital Naval Bethesda, en


Maryland, se suponía que volara de regreso a California desde el aeropuerto de Baltimore. Debido a un cambio de última hora, salió en su lugar del Aeropuerto Internacional Dulles, en


Virginia.  En Dulles, Tammy era representante de servicio para los pasajeros de United Airlines, y atendía a directores ejecutivos, estrellas de cine, políticos y militares de alto rango.


Tras llamar al “comandante Everett Alvarez” a su oficina, lo cambió a un asiento de primera clase y le ordenó champán. Él quedó “deslumbrado" por la “encantadora y bella mujer”.  El


trabajo de Tammy la ponía en contacto con personalidades, y algunos conspiraron para fomentar un romance entre la pareja. Everett la invitó a una gala en la Casa Blanca para los prisioneros


que regresaban a casa, organizada por el presidente Richard Nixon, y el exprisionero de guerra permaneció en Washington D.C. durante una semana mientras el romance florecía. Se casaron hace


49 años.