La empresa donde trabajas puede espiarte en la oficina o en tu casa
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¿Tus jefes se están comportando como el Gran Hermano?
Antes del brote de COVID-19, cuando trabajabas en la oficina de la empresa, dabas por sentado que tus supervisores podían ver lo que estabas haciendo. Los gerentes sabían cuándo estabas
tecleando debidamente en la computadora o hablando por teléfono. Y sabían cuándo ibas al baño, cuándo conversabas con tus compañeros o cuándo ibas y venías por la oficina.
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Ahora que el hogar se ha convertido en el lugar de trabajo para muchos —un cambio permanente para algunos, incluso cuando la pandemia está cediendo—, no supongas que tu empleador ha dejado
de vigilarte: ahora lo hace de lejos.
Si te han dado una computadora portátil o un teléfono de la empresa, es razonable esperar que tus jefes sepan no solo cuándo te has conectado y desconectado, sino también las aplicaciones
que usas, las redes sociales y los sitios web que visitas y cuánto tiempo pasas en actividades que pueden o no estar relacionadas directamente con tu trabajo. O al menos debes saber que
cuentan con los medios para descubrir todas esas cosas.
En el 2025, siete de cada diez empresas podrían espiar las actividades de los empleadosLa tecnología que te han dado puede contener bossware, un término acuñado por el grupo de defensa de libertades civiles Electronic Frontier Foundation (EFF), con sede en San Francisco, para
referirse a las herramientas de software para el monitoreo de empleados, el seguimiento de sus actividades y el análisis del entorno laboral que ofrecen numerosos proveedores externos.
La cantidad de empleadores grandes que usan estas herramientas para el seguimiento de los empleados se ha duplicado desde el comienzo de la pandemia y ahora alcanza al 60%, según una
encuesta sobre COVID-19 de 101 organizaciones realizada en el 2021 por la empresa de asesoría Gartner. Y Gartner anticipa que esa cifra llegará al 70% en los próximos tres años.
El aumento del uso en algunas empresas podría deberse a la falta de confianza.
La analista Helen Poitevin, vicepresidenta de Gartner, cuya investigación se enfoca parcialmente en la forma en que la tecnología afecta la manera en que las personas trabajan, dice que
escucha comentarios como “nuestros gerentes quieren saber quién está en Facebook para ir y decirle: ‘debes estar aburrido. Te daré algo para hacer’. Eso ya es señal de una cultura tóxica y
con poca confianza”.
¿Esperas que haya privacidad en el trabajo?En una oficina normal, “realmente no se espera que haya privacidad, incluso en los desplazamientos físicos dentro de ese espacio de trabajo”, dice Matthew Scherer, asesor sénior de políticas
para los derechos de los trabajadores y políticas tecnológicas en el Center for Democracy and Technology. El grupo de defensa de derechos, con sede en Washington D.C., se fundó en 1994.
“Es otra historia, o al menos en teoría debería ser otra historia, cuando trabajas desde tu casa o en forma remota en algún sitio que no pertenece al empleador ni es arrendado por él”, dice
Scherer. “Hay mucha incertidumbre y preguntas por responder con referencia a cómo equilibrar eso con la autoridad tradicional del empleador, casi ilimitada, de monitorear a sus empleados en
el horario de trabajo”.
“Cualquier cosa que trate de medir con qué dedicación trabaja alguien basándose en este tipo de información, en mi opinión, está destinada al fracaso. Eso lleva a un territorio muy injusto y
[que raya en la] distopia".
— Bennett Cyphers, Electronic Frontier Foundation
Bennett Cyphers, un tecnólogo que trabaja para EFF, comparte una opinión parecida. “No se me ocurre un uso válido de nada que sea tan invasivo”, dice. “Los gerentes pueden hablar de cuándo
estás en la oficina, pueden mirar por sobre el hombro de los empleados y cosas así. Pero ningún gerente está vigilando por sobre el hombro a un empleado constantemente. Y ningún gerente
revisa cada cosa que haces en la computadora para ver en dónde hiciste clic a las 9:17 de la mañana o de qué manera exacta escribiste un correo electrónico... Eso es una intensificación de
lo que era posible en el entorno físico de trabajo”.