Algunos retirados se arrepitieron de haber comprado esto


Algunos retirados se arrepitieron de haber comprado esto

Play all audios:


7. AUTOS LUJOSOS Olvídate de que este tipo de extravagancia surge durante la crisis de la mediana edad: muchas personas esperan hasta jubilarse para comprar un vehículo de lujo. Es algo con


lo que han soñado durante años sin considerar el hecho de que ese activo se deprecia en el preciso momento en que sale del concesionario.  Un pago mensual de un préstamo de automóvil


significa endeudarse en un momento en el que, nuevamente, tus ingresos probablemente sean más bajos que cuando estabas trabajando. Incluso, si pagas en efectivo, aún debes cubrir el


combustible, el seguro y el mantenimiento, que normalmente cuestan más para un automóvil de lujo. “La razón por la que muchas personas se arrepienten es que compraron el auto cuando estaban


jubiladas, en un momento en que contar con un flujo de dinero disponible es lo más importante”, dice Kevin Chancellor, director ejecutivo de Black Lab Financial Services, una empresa con


sede en Melbourne, Florida. “Las casas rodantes y los autos se deprecian”. 8. INSTRUMENTOS MUSICALES COSTOSOS Tal vez fueras el guitarrista principal de tu banda de garaje adolescente o


pudieras tocar un buen saxo en la agrupación de jazz de la universidad, pero gastar mucho dinero en un instrumento caro es algo que los jubilados a menudo lamentan. “Están tratando de


revivir algunos momentos de su juventud, sólo para darse cuenta de que no pueden mover los dedos como antes ni soplar la cantidad de aire que solían hacer”, dice Manske. Puede que sólo


después de la compra te des cuenta de que no era el instrumento por el que sientes nostalgia, sino la camaradería que sentiste (y la atención que recibiste) al estar en una banda, añade.


“Eso no sucede jugando solo viendo lecciones en video de YouTube”. 9. COMPRA IMPULSIVA EN LÍNEA ​Internet hace que sea muy fácil comprar cosas que quizás no necesites pero que te abastezcas


de todos modos porque crees que es una buena oferta. Con sólo unos pocos clics puedes tener de todo, desde muebles hasta comida, en la puerta de tu casa en días, si no horas. Pero esa compra


impulsiva puede afectar tu flujo de efectivo si no lo mantienes bajo control, lo que a menudo genera arrepentimiento entre los compradores. Lo mismo ocurre con los servicios de suscripción


para cosas que puedes hacer tú mismo pero que pagas por conveniencia, como kits de comida o atención domiciliaria de rutina, dice Artache. No te resistas a “cocinar en casa, cortar [tu]


propio césped y comprar alimentos a mejores precios”, añade. "[Tú] ahora tienes tiempo como persona jubilada".