Presión sistólica alta: causas y factores de riesgo
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La prevención tiene que ver con modificar los factores de riesgo que puedes cambiar. "Yo uso medicamentos porque soy médico, pero en realidad la mejor medicina es el estilo de vida,
cambiar tu estilo de vida", dice Singh. "Dieta, ejercicio, aprender a manejar todo el estrés de una manera saludable". Controlar trastornos crónicos —como la enfermedad renal,
que puede aumentar la presión arterial de varias maneras— también puede ser beneficioso. Por ejemplo, un riñón enfermo es menos eficaz para eliminar la sal del organismo, lo que causa
retención de agua y aumenta el flujo de sangre que circula por vasos sanguíneos del mismo tamaño, a menudo ya endurecidos. (Los efectos peligrosos van en ambas direcciones: el flujo
sanguíneo restringido puede dañar los vasos sanguíneos en el riñón, reduciendo su función y, en el peor de los casos, generando insuficiencia renal). Pregúntale siempre al médico cuáles son
los efectos secundarios de los medicamentos que estás tomando. Es importante saber si pueden aumentar la presión arterial, si hay alternativas disponibles o si deberías tomar una dosis más
baja. ¿CUÁLES SON LAS OPCIONES DE TRATAMIENTO Y CUÁNDO HAY QUE CONSULTAR AL MÉDICO? Para empezar, deberías tener un médico de atención primaria al que ves regularmente, aunque la frecuencia
varíe según la necesidad. Para toda persona mayor de 40 años, generalmente se recomienda controlar la presión arterial al menos una vez al año. Si las lecturas son altas, también querrás
monitorear la presión arterial en casa regularmente con un tensiómetro validado (en inglés). Tu médico puede recetarte un medicamento para la presión arterial junto con cambios en tu
estilo de vida para controlar los valores. Si tu presión arterial sistólica es alta pero la diastólica es baja —una brecha llamada presión de pulso que tiende a aumentar con la edad—,
querrás discutir cómo balancear el tratamiento. Una presión arterial diastólica extremadamente baja podría ser un indicador de la capacidad del organismo para llevar un flujo sanguíneo
adecuado a todos los órganos, dice Cohen. Esto puede empeorar la función renal y "puede hacer que una persona tenga episodios de desmayos, pierda el conocimiento o se caiga porque está
mareada. Por eso, una presión diastólica muy, muy baja es preocupante". De todos modos, el peligro mayor y más frecuente es no tratar adecuadamente la hipertensión sistólica. En el caso
de medicamentos que reducirán tanto la presión arterial sistólica como la diastólica, eso no indicaría que no debas tomarlos, enfatiza Cohen; y cualquier cambio de estilo de vida que
reduzca con éxito la presión arterial tampoco hará que la diastólica baje demasiado. "Simplemente, si podrías ser propenso a tener la presión arterial diastólica baja, habla con tu
médico sobre los síntomas a los que deberías estar atento".