Andrés Marín 'abducido' por Vicente Escudero


Andrés Marín 'abducido' por Vicente Escudero

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Crítica de danza


Andrés Marín 'abducido' por Vicente EscuderoEl bailaor estrenó 'Recto y sólo' en el Cortijo del Cuarto inaugurando el Festival Internacional de Danza de ItálicaAndrés Marín inaugura el


Festival de Itálica: «No busco imitar a Escudero sino ver dónde nos encontramos»Doce compañías, cinco de ellas sevillanas, actuarán en un Festival de Itálica que adelanta sus fechas a


inicios de junioAndres Marin en el escenario de Cortijo del Cuarto, una de las dos sedes del Festival Internacional de Danza de Itálica rafa nuñez ollero Marta Carrasco


Sevilla


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Iniciar sesión04/06/2025Actualizado a las 12:38h.Compartir Copiar enlace


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'Recto y sólo'Coreografía y baile: Andrés MarínGuitarra: Pedro BarragánSonido: Juan Lu VegaCreaciones de luz:Benito JiménezAtavíos:José Miguel PereñíguezTextos: Vicente EscuderoCortijo del


Cuarto.Día: 3 de junio de 2025 De Vicente Escudero se cuentan muchas leyendas y tiene en el flamenco sus admiradores y detractores. Sin duda marcó una etapa nueva en el mundo de lo jondo


desde sus orígenes vallisoletanos hasta su paso por París, donde hizo suyas las vanguardias y tenía ... como contertulios al filósofo André Breton, los poetas Louis Aragon y Paul Éluard, el


cineasta Luis Buñuel, el fotógrafo Man Ray, que lo utilizó de modelo en sus fotografías...


Con ese bagaje, el bailaor es figura atractiva para los creadores de hoy día, y en este caso para Andrés Marín que para inaugurar el Festival Internacional de Danza de Itálica puso anoche en


escena la obra 'Recto y sólo', en el espacio del Cortijo del Cuarto que registró un lleno absoluto, y por cierto un frío que nos llevó a tiritar. Habíamos olvidado esas temperaturas.


En la obra Andrés Marín intenta buscar las similitudes que su baile e incluso su físico tienen con Vicente Escudero, algo así como crear un efímero alter-ego. El público es recibido por la


grabación de 'Los duros antiguos' cantada por el propio Escudero, quien olvidando su acento castellano, arrastra las eses en plan andaluz. Mientras, Andrés Marín ha salido a un lado del


escenario ataviado con una blusa de corte cuadrado blanca sobre atuendo negro y un sombrero de ala ancha blanco, a la manera de como se vestía Escudero.


El espectáculo que dura una hora y cuarto es un sinvivir del zapateado de Marín en un considerable esfuerzo, tan sólo acompañado por la guitarra de Pedro Barragán, a quien recordando a


Escudero, parece que le ha dicho, 'sígueme si puedes'. Magnífico trabajo musical de Barragán consiguiendo sacar a la guitarra no sólo sonidos flamencos, sino otros sonidos percutivos que


acompañan el baile de Marín.


El bailaor despliega todo su inmenso vocabulario en el zapateado, pero ahí están también muchas de las facetas del baile del mítico vallisoletano, sobre todo lo recogido en su famoso


'Decálogo' que resumía en frases como, 'el baile flamenco no admite ni evolución ni estilización, porque ya nació estilizado'.


Por eso el baile de Marín es sobrio, mueve hacia adentro las muñecas, tiene las caderas quietas, tiene estilo y acento, e incluso usa la indumentaria tradicional, no sólo por el uso del


sombrero, sino de la chaquetilla corta que en un momento se coloca.


Endiablado es el zapateado de Marín, mientras coloca sus brazos cruzados o arriba como lo hacía Escudero, y baila delante de unas imágenes en vídeo que se proyectan tras el, confundiéndose a


veces la sombra del bailaor vivo con el que ya no está y que luce vestido de blanco, imágenes realizadas por el artista José Miguel Pereñíguez, al igual que el resto de los atavíos que luce


el bailaor.


En un momento dado, Marín se sienta en medio del escenario y se pone unas gafas de sol para, recordando a su madre la cantaora Isabel Vargas, cantar por malagueñas terminando por abandolaos.


Será el primero de los cantes que interpretará a lo largo de la obra, algunos sin duda con gran esfuerzo de respiración al hacerlo en medio de un zapateado o al final de una serie. En esta


obra, cantaor y bailaor son uno mismo.


Pero también hay momentos para el humor, como el de Marín bailando con una rumba, que se pone muy flamenca recorriendo el escenario y chocando con las botas del bailaor que zapatea por


alegrías, o con la silla del guitarrista que levanta cómicamente las piernas cuando pasa el aparato barredor. Instantes de gran hilaridad que el público celebra a carcajadas rebajándose la


tensión dramática que hasta ahora tenía la obra.


El bailaor se calza unas sobrecubiertas en sus piernas pies, se coloca un artilugio en la cabeza y una chaquetilla y sigue desgranando palos flamencos en una concatenación de ritmos, incluso


desde el suelo.


Lástima de la fase final de la obra donde Marín busca el baile con sonidos de motores y en el telón de fondo aparecen proyectados pero ilegibles unos textos de Vicente Escudero que sin duda


nos darían más pistas sobre esta obra, pero que no pudimos leer por alguna razón técnica.


'Recto y sólo' es quizás uno de los espectáculos mas genuinamente flamencos de Andrés Marín, acudiendo a los ritmos que conoce desde casa, pero sin ceñirse a ningún orden preconcebido,


asomando aquella anarquía que caracterizaba el baile de Vicente Escudero y que de alguna manera también caracteriza el del bailaor sevillano. Una obra que quizás se extiende en demasía,


porque es difícil poner fin a todo lo que se quiere contar, que es mucho, pero sin duda una estupenda creación y un gran esfuerzo físico e interpretativo.


Lucía Alvarez 'La Piñona'rafa Núñez ollero La antesala


La Piñona nos puso a bailarEl baile de la Piñona en el Cortijo del Cuartorafa núñez ollero Lucía Alvarez 'La Piñona' fue quien dió la bienvenida al Cortijo del Cuarto a los espectadores que


asistían a la inauguración del Festival de Danza de Itálica. La bailaora hizo media hora de su último espectáculo 'Lucía en vivo' acompañada por cuatro estupendos músicos: la guitarra de


Ramón Amador, el cante de Manuel Pajares, el bajo eléctrico de Juanfe Pérez y la batería de Javier Rabadán, desplegando todos los componentes de su baile, desde lo más clásico a lo más


rabiosamente actual, y cantando un antiguo tema de María Jiménez. Con esa energía que la caracteriza, 'La Piñona' consiguió finalmente poner a bailar al público que entregado se lanzó al


ruedo del patio del Cortijo.


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