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02/06/2025 ACTUALIZADO 03/06/2025 A LAS 00:23H. Solo tres consultas en funcionamiento desde la semana pasada han sido suficientes para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez,

inaugurara este lunes en compañía de la ministra de Sanidad, Mónica García, el nuevo Hospital Universitario de Melilla. El jefe del Ejecutivo ha presumido de su «compromiso» con el Sistema

Nacional de Salud, aludiendo a la inversión de 150 millones de euros destinada al centro hospitalario, «dotado con 265 camas y más de 45.000 metros cuadrados de superficie asistencial».

Estará dotado, ha dicho, con 1.100 profesionales y contará con tecnología sanitaria de última generación, como el robot Da Vinci, que permite realizar cirugías con menor invasión. «Un

hospital sin especialistas. Presumen de que tendremos tecnología puntera, pero si vamos a tener el Da Vinci sin especialistas que puedan utilizarlo es tirar el dinero», denuncian los

médicos, que inciden en que los 1.100 puestos de trabajo a los que se han referido Sánchez y García no implican que se haya contratado más personal. Cabe recordar que Melilla y Ceuta son los

únicos territorios cuyos sistemas sanitarios dependen del Gobierno central. «Si han dado esa cifra de profesionales imagino que será verdad, pero lo que sí sé es que no se ha ampliado

plantilla para este hospital nuevo», asegura Elisabeth García Cortacero, presidenta del sindicato médico de Melilla. Se refiere al centro como «hospital fantasma». «Ahora mismo no hay

urgencias, solo hay habitaciones con mesas y ordenadores y camas sin vestir, pero ya. Algunos compañeros nos cuentan que no hay ni folios. Si ahora mismo alguien necesita ser ingresado se le

ingresará en el hospital comarcal, no en el nuevo. No sabemos cuándo se podrá ingresar al primer paciente», critica esta médico, que cree que la palabra inauguración «se queda grande», pues

solo hay tres consultas abiertas. «Nuestra conclusión es que [Pedro Sánchez y Mónica García] han venido a hacerse la foto quizá por el momento político que vivimos, pero la inauguración es

una mentira. Será un hospital cuando haya pacientes, urgencias, unidad de cuidados intensivos (UCI) y quirófanos. Mientras tanto, es un edificio que no es funcional», lamenta. De momento,

explica García Cortacero, solo funcionan tres consultas de reumatología, alergología y rehabilitación. También el laboratorio y rayos, aunque «a un porcentaje muy bajo». Y lo hacen desde la

semana pasada, al límite de la inauguración. Para esta semana cree que se abrirá también alguna consulta de medicina interna, endocrinología y cardiología, pero con los profesionales

trasladándose entre los dos hospitales y sin información clara sobre los plazos. «Es todo a costa de los mismos empleados que hay en el hospital comarcal, no hay nadie más. Y por supuesto

nos van a tener a dos bandas, moviéndonos, porque algunos vamos a empezar a pasar consulta en ese hospital pero también en el comarcal». También el Colegio de Médicos de Melilla lamenta la

falta de profesionales. «El edificio en sí es impresionante, la tecnología que ofrece y la comodidad y espacios para el paciente son más que adecuados, pero no podemos dejar de gritar que la

escasez de profesionales es el verdadero cuello de botella de la sanidad melillense, más allá de las infraestructuras, que también son necesarias», lamenta en un comunicado. Su presidente,

Justo Sancho-Miñano, asegura a ABC que se han abierto tres consultas para que los miembros del Gobierno «se hagan la foto», «pero no hay un plan trazado que permita llevar a cabo esto con

garantías», algo, dice, a lo que los melillenses ya están acostumbrados. «Los perjudicados son los pacientes», remarca. PLANTILLA ENVEJECIDA «Las plantillas siguen siendo cortas y

envejecidas», insiste el presidente de los médicos melillenses, que recuerda que la ciudad autónoma, igual que Ceuta, está declarada como zona de difícil cobertura desde 2023. «Pero en dos

años no han implantado ni una sola medida», espeta. La falta de especialistas, apunta por su parte García Cortacero, es de tal magnitud que se contrata a facultativos sin el título

homologado para que el hospital no se quede sin poder atender a pacientes en determinadas especialidades. «Solo tenemos un endocrino, un otorrinolaringólogo, y algún oncólogo», precisa esta

médico, que asegura además que muchos de los facultativos están rozando ya –o superando– la edad de jubilación, por lo que el problema se agravará en los próximos tiempos. Precisamente el

presidente del Gobierno ha destacado como un logro que Melilla fuera la primera ciudad autónoma en agotar las plazas MIR durante la elección que culminó la semana pasada. «Lo dice como un

logro, pero en realidad Melilla es la única área de atención primaria donde solo hay cinco plazas. Pues claro que es la primera en acabarse. Si en Aragón o en cualquier otra comunidad

hubiera solo cinco plazas también sería la primera en acabarse», reflexiona la presidenta del sindicato médico. UNA REUNIÓN QUE NO LLEGA Los médicos lamentan además que la ministra Mónica

García no haya aprovechado el viaje a Melilla para reunirse con ellos, una petición que le han transmitido en varias ocasiones desde que asumió la cartera. «Mónica García tiene la foto, pero

los médicos no tenemos la reunión que llevamos reclamando desde noviembre de 2023. La ministra de Sanidad podrá sumar esa imagen del corte de cinta a su dossier ministerial, pero se ha

marchado a Madrid sin cumplir con su deber: reunirse con los médicos para garantizar la atención sanitaria de primer nivel que los melillenses se merecen», reza el comunicado del colegio de

médicos. «Nos da pena porque siendo compañera no se ha dignado a quedar con nosotros para charlar. Lo que queremos es diálogo. Se ha ido a otras comunidades a ver a médicos de sitios donde

no tiene competencias y a nosotros, donde sí tiene las competencias, nada», denuncia García Cortacero. Reportar un error