"mamá, comprame": cómo actuar ante la frase más temida


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Cuando se acercan fechas especiales, los medios de comunicación se inundan de publicidades que despiertan en los chicos la ansiedad de consumo. A todas las mamás y papás les pasa… Sus hijos


repiten, una y otra vez, una palabra: “comprame”. Siempre, por suerte, nos encontramos con cosas que no podemos comprar y decimos "no". Este "no" inaugura la cuestión de


los límites: lo que sí podemos y lo que "no" podemos. En este caso, comprar. Aunque veamos a nuestros hijos angustiados por ese "no", tenemos que saber que los límites


ordenan el mundo que es novedoso para los chicos en desarrollo. Eso es contenedor: les brinda una grata sensación de seguridad y confianza. ¿Por qué decimos que “por suerte” nos vemos


enfrentados a decir que "no" a la compra de algunas cosas? Porque de esta manera el niño aprende a frustrarse, a enfrentarse con el "no" y, por lo tanto, a apelar a sus


propios recursos para ello. Esto forma parte de su crecimiento, enriquece su desarrollo y genera responsabilidad con el dinero. Como vemos, se trata de una buena oportunidad para trabajar


algunos valores vinculados a los límites y al consumo. Los chicos enmarcan su demanda en una idea del “todo se puede”. Los adultos debemos frustrar esta idea y dar lugar al vacío necesario


para que crezca de una manera saludable. Un niño que se encuentra frente al “no”, al vacío, al “no todo”, es un niño que aprenderá con límites y generará sus propios recursos. Estas ideas


pueden venir acompañadas además de una construcción de una mirada crítica en torno a lo que se ve en los medios: no todo es verdad, no todo es posible, podemos y debemos decir que


"no". El "no todo" incluye algunos "sí": hay juguetes que pueden resultar interesantes para cada etapa de los niños. Para que la actividad conlleve la mayor


riqueza posible, lo importante es disponer de un tiempo para participar de estas actividades del bebé o el niño, alentarlo a jugar, a festejar sus logros y a disfrutar con ellos. POR LA


LICENCIADA MARISA RUSSOMANDO, PSICÓLOGA, DIRECTORA DE ESPACIO LA CIGÜEÑA.