Cae el primer gabinete de la derecha radical en países bajos tras sólo 11 meses de gobierno
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Publicado por Imane Rachidi La Haya Creado: 03.06.2025 | 03:30 Actualizado: 04.06.2025 | 03:30 El líder de la derecha radical neerlandesa, Geert Wilders, se retiró ayer de la coalición de
gobierno y obligó a los cinco ministros de su partido, el PVV, a dimitir de inmediato, lo que abocó a la caída del gabinete, aunque el resto de sus integrantes gobernarán en funciones hasta
las nuevas elecciones. La relación entre el PVV de Wilders, los liberales del VVD, los democristianos del NSC y el partido de los granjeros BBB fue difícil desde el principio, ya que las
negociaciones para llegar a un acuerdo de coalición duraron más de siete meses y parecía que iban a fracasar varias veces. El gabinete, que tomó posesión el 2 de julio de 2024, también
estuvo a punto de colapsar por varias crisis internas, por lo que su caída hoy no pilló del todo por sorpresa. «El encargo de la sociedad al inicio de este gobierno era abordar los problemas
de Países Bajos (…) En los últimos meses, el gabinete ha trabajado duro para cumplir con esos compromisos, pero cuando a uno de los partidos le falta la voluntad de continuar, ya no podemos
gobernar», lamentó el ahora primer ministro en funciones Dick Schoof, un funcionario de carrera sin filiación política. La caída de este gobierno venía gestándose desde el pasado 26 de
mayo, cuando Wilders presentó un plan de 10 puntos para restringir el derecho de asilo. Pidió agregar ese documento al acuerdo de coalición y exigió apoyo a sus tres socios, amenazando con
dejar caer el gabinete. Exigía «cerrar las fronteras» a los solicitantes de asilo y desplegar al Ejército para vigilar las fronteras. Sus socios le habían dicho, según ellos, que tiene su
apoyo y que su ministra de Asilo y Migración, la ultraderechista Marjolein Faber, puede sacar adelante sus propuestas. Pero Wilders desconfiaba y veía que no tenían realmente disposición de
apoyarlo. “Tras la salida del PVV, este gabinete ya no tiene el apoyo suficiente en el Parlamento. Eso significa que inmediatamente después presentaré la dimisión de los ministros del PVV al
rey. Los demás ministros continuarán en funciones”, explicó Schoof. El primer ministro prometió quedarse en el cargo para hacer lo que “sea necesario en beneficio de la gente de este país,
dentro del margen” que le conceda el Parlamento. Schoof calificó la caída del gabinete como “innecesaria e irresponsable" porque Países Bajos, señaló en una rueda de prensa, “se
enfrenta a grandes desafíos, tanto a nivel nacional como internacional, y más que nunca necesitamos determinación: por la seguridad, por nuestra resiliencia y por la economía”. El rey
Guillermo Alejandro aceptó las dimisiones de los políticos del PVV y “en cuanto al primer ministro y a los demás ministros y secretarios de Estado (...) ha tomado en consideración la puesta
a disposición de sus cargos y les ha solicitado que continúen desempeñando todas las funciones que consideren necesarias en interés del Reino”, señaló el Servicio de Información del Gobierno
(RVD) tras la reunión entre el monarca y Schoof. “Hay una serie de cuestiones importantes (…) que realmente debemos poder gestionar en la medida de lo posible. Creo que el país lo merece”,
añadió el primer ministro en funciones. La oposición no mostró sorpresa por la caída del gabinete y, en general, apuntó a la “imprevisibilidad” que supone aliarse con Wilders. Desde los
sindicatos, FNV ve que “la caída de este gabinete, que realmente no ha logrado absolutamente nada, es una buena noticia” para Países Bajos. Todavía no hay fecha para las nuevas elecciones,
que podrían tener lugar este mismo verano, y Wilders ya ha empezado a calentar motores. Wilders ha dicho que planea “luchar para ser el próximo primer ministro” de Países Bajos y
“asegurarse” de que su grupo político “sea el más grande” del país, como para volver al Ejecutivo. “Hoy es el día en que toda La Haya está contra Wilders y el PVV. Está bien, pero me siento
muy reforzado en mi posición”, dijo el dirigente ultraderechista. «EL ENCARGO DE LA SOCIEDAD AL INICIO DE ESTE GOBIERNO ERA ABORDAR LOS PROBLEMAS DE PAÍSES BAJOS (…) YA NO PODEMOS GOBERNAR»