Compromiso de cayetano en su retorno
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ÚLTIMA DE LA FERIA DE FALLAS GANADERÍA: Toros de Juan Pedro Domecq, de pobre presentación y juego, con el denominador común de la falta de fuerzas y de poder. El mejor, el
tercero, con movilidad. TOREROS: DAVID FANDILA 'EL FANDI', de azul y oro. Estocada caída y descabello (silencio tras aviso). Pinchazo y estocada (saludos tras ovación con aviso).
JOSÉ MARÍA MANZANARES, de berenjena y oro. Pinchazo y estocada (silencio tras aviso). Pinchazo y estocada (saludos tras ovación). CAYETANO, de azul y oro. Estocada (dos orejas). Estocada
(silencio). INCIDENCIAS: Plaza de toros de Valencia. Domingo 20 de marzo de 2016. Lleno. Cayetano salió a hombros. La Feria de Fallas 2016 se cerró con un espectáculo que reflejó en gran
medida lo que ha sucedido en su conjunto en el serial: público festivo y un ganado en su conjunto bajo mínimos. El público de ayer, predispuesto al triunfalismo, se entregó de manera
incondicional a Cayetano, quien se encontró con el único toro con fuerza de un pobre encierro de Juan Pedro Domecq, del que le concedieron las dos orejas. Cayetano, que retornaba esta
temporada a una feria de primera, apuntó fundamentalmente actitud ante el tercer toro, un astado con movilidad, que repetía y se entregaba tras las telas del diestro, que lo recibió con una
larga cambiada de rodillas frente a toriles. También de hinojos comenzó la faena con la diestra, una labor que tuvo como mayor virtud la ligazón, pero que precisó de un toreo más reposado.
Mató al primer envite y el público, entusiasmado, pidió las dos orejas, que fueron concedidas por la presidencia. Al sexto, que llegó a echarse tras acudir al caballo, le faltaba casta.
Cayetano volvió a entregarse en una versión con guiños a la galería en una labor que comenzó sentado en el estribo, con el toro por la arena. Ya de pie, tras un desarme inicial, no hubo nada
reseñable. El Fandi, desigual ante su lote en banderillas, también se trabajó al personal con su versión populista, con variedad en la capa -chicuelinas, lopecinas...-, pero sin hondura en
el lance fundamental: la verónica. Al que abrió plaza, un animal descastado, noble y sin poder lo recibió en una larga cambiada de rodillas en las rayas. La labor con la franela la comenzó
de hinojos con la diestra. Luego, muletazos por ambos pitones en los que abusó de torear hacia afuera para rematar con un desplante de rodillas. Con el cuarto, tan sumamente chico como
noble, El Fandi volvió a calcar su actuación anterior. Largas de rodillas, comienzo de trasteo de la misma guisa y ausencia de toreo de calidad. José María Manzanares contó con el peor lote.
El descastado y flojo segundo perdió las manos en el primer tercio y en la muleta. El alicantino elaboró un trasteo sin emoción ni interés para el respetable. El quinto toro, de suma
calidad, apenas se tenía en pie. Manzanares logró algunos muletazos al ralentí, pero aquello, sin oponente, parecía más bien toreo de salón. La salida a hombros de Cayetano puede suponer un
revulsivo moral para el torero en este año de su retorno, en el que no está anunciado en las dos ferias clave que toman el relevo a Valencia, la de Abril y San Isidro. Por cierto, esperemos
que en ambas salga el toro, porque de lo contrario el denominado año de la renovación se puede quedar en aguas de borrajas.