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Hace ya muchos, muchos años, que la palabra enfermera –y enfermero, claro– perdió el concepto –equivocado desde siempre– de personal de segunda categoría. El trabajo ... silencioso de muchas

personas, dentro y fuera de la profesión, ha permitido colocar a este colectivo en el sitio que le pertenece, reconociendo la cualificación, entrega y capacidad de «cuidar con alma». Así se

expresaban algunos de los participantes en el acto de inauguración de la nueva sede del Colegio Oficial de Enfermería, del que hace poco ya les hablaba con motivo de su cincuenta

aniversario. En aquella y en esta ocasión, el presidente, Jacinto Escobar, ejerció de orgulloso anfitrión en el coqueto salón de actos donde se unieron muchos sentimientos, valores y el

apoyo por parte de la sociedad. En la mesa inaugural, el delegado de Salud de la Junta de Andalucía, Indalecio Sánchez-Montesinos, pensando en «otro hecho inaudito» como el ocurrido el

pasado martes con el apagón, que volvió a poner a prueba a los profesionales sanitarios, para los que pidió un aplauso, y a los que felicitó. Y se sintió feliz por «esta sede que es la que

merecéis». En esos mismos términos se expresó la decana del Ciencias de la Salud, Inmaculada García, impresionada por el edificio –«he cambiado mi discurso al verlo»– y resaltando el apoyo

de la Universidad de Granada, que permite, junto a otras actividades del Colegio, que la profesión de enfermería sea «moderna, accesible y funcional». Parte de esas actividades, las desgranó

el presidente que considera la nueva sede como un lugar idóneo para que «nazcan nuevas ideas y nuevos proyectos», desgranando algunos, entre ellos, las aulas de simulación, dentro del

programa formativo «de calidad» o la Escuela de Salud y Cuidados, siempre con los pacientes como objetivo. Allí estaban Antonio Hermoso, presidente de la Plataforma de Pacientes, y la

vicepresidenta, M.ª Angustias Díaz –responsable también de la Asociación de Parkinson– que hizo uso de la palabra, al igual que el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino

López, que no quiso perderse el evento. Una mesa redonda en la que participaron Mercedes Sánchez y Manuel Amezcua, la entrega de la certificación ISO 9002, una placa y el himno del colectivo

completaron una jornada en la que estuvieron la concejala Amparo Arrabal –enfermera, por cierto–; Juan Carlos Sánchez, presidente de la Academia Andaluza de Enfermería, otros colegios

profesionales, asociaciones científicas y de distintos colectivos, incluida la subdirectora de esta casa, María Victoria Cobo. Y muchos más.