El vecino de archena que mató a tiros a otro alega que había tomado alcohol y cocaína | la verdad
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Martes, 6 de mayo 2025, 10:21 | Actualizado 17:08h. Comenta Compartir Manuel F.M. optó por entregarse antes de que lo encontraran. Este archenero de 70 años, conocido como 'El Hijo de
la Mona', se presentó en el cuartel de la Guardia Civil el pasado 28 de abril acompañado de su abogado defensor. Asumió que tres días antes había matado a tiros a Manuel Amador Cortés,
de 74 años y vecino de La Serretilla, un humilde enclave archenero, conocido como Las Casas Blancas, por motivos que no llegó a aclarar. En su defensa alegó que había consumido alcohol y
sobre todo cocaína, y que apenas recordaba lo sucedido. El crimen se produjo el pasado 24 de abril en la Calle Santiago Ramón y Cajal de Archena, según consta en el atestado al que LA VERDAD
ha tenido acceso. Algunos testigos apuntan a que 'El Hijo de la Mona' circulaba por la zona a bordo de su furgoneta cuando, al observar a la víctima, detuvo el vehículo y se apeó.
Tras acercarse a Manuel Amador supuestamente le descerrajó hasta siete disparos en tres ciclos, todos ellos a muy corta distancia. «La víctima trataba de huir a una velocidad muy lenta, sin
llegar a correr, y mientras seguía disparándole a una distancia muy corta», explicó una mujer que se encontraba en la zona y que se ha convertido en una de las principales testigos del
crimen. Esta vecina llegó incluso a tomar una fotografía con su móvil de la furgoneta en la que circulaba el sospechoso antes de que se marchase del lugar. Después, la mujer prestó una
primera ayuda a Manuel mientras aguardaban la llegada de una ambulancia. La vecina le puso una toalla en la mano izquierda, por la que sangraba abundantemente. «TRATABA DE HUIR A UNA
VELOCIDAD MUY LENTA, SIN LLEGAR A CORRER, Y MIENTRAS SEGUÍA DISPARÁNDOLE A UNA DISTANCIA MUY CORTA» SIETE CASQUILLOS EN EL SUELO En su declaración señaló que el septuagenario llevaba, al
menos, un disparo en la oreja izquierda, varios en el pecho y uno más en la pierna izquierda. Los agentes de la Guardia Civil, según plasmaron en su atestado, llegaron a recoger en la zona
hasta siete casquillos de una pistola de 9 milímetros. El afectado acabó falleciendo días después en el hospital La Arrixaca de Murcia donde fue trasladado. Antes le dio tiempo para
proporcionar a los investigadores el mote del hombre que le habría tiroteado en plena calle. La propia víctima aseguró desconocer los motivos que habían provocado este sorpresivo ataque. El
sospechoso, pese a no querer declarar, sí se mostró colaborador y reveló a los guardias que el arma que utilizó para perpetrar el crimen la había ocultado en una finca abandonada de
Villanueva del Río Segura. El septuagenario no se mostró capaz de señalar el punto exacto en un mapa pero se prestó a llevar a los investigadores hasta el lugar donde la ocultó. Los agentes
finalmente se trasladaron al lugar encontrando una pistola a la que se le había vaciado el cargador. LA VÍCTIMA LLEGÓ A SEÑALAR AL AUTOR DEL CRIMEN ANTES DE FALLECER EN EL HOSPITAL, PERO
ASEGURÓ DESCONOCER LOS MOTIVOS DEL ATAQUE Además, el acusado relató que la furgoneta Peugeot Partner en la que viajaba el día que mató a su vecino la había escondido en un garaje de Ceutí o
Lorquí. Aseguró que hablaría con sus familiares para que pusiesen el vehículo a su disposición. El vehículo, según consta en el atestado, fue finalmente localizado en una calle de Lorquí y
ya está en manos de la Guardia Civil. Los agentes han tomado declaración, además, al propietario de un bar de la localidad que explicó que esa misma mañana había atendido a 'El Hijo de
la Mona' en su local, consumiendo este dos o tres copas de coñac. El sospechoso del crimen tiene antecedentes por delitos de robo, lesiones, tenencia ilícita de armas y cultivo de
drogas, entre otras. Comenta Reporta un error