El PP jalea a los diputados de UPN mientras 'crucifica' a Álvarez de Toledo


El PP jalea a los diputados de UPN mientras 'crucifica' a Álvarez de Toledo

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La berlanguiana votación del jueves en el Congreso de los Diputados sobre la reforma laboral provocó una grave crisis en la Unión del Pueblo Navarro (UPN), cuyos dos diputados –Carlos García


Adanero y Sergio Sayas– se fueron al ‘no’ en el último instante para regocijo del Partido Popular, en cuyas filas se ha elogiado que se saltasen la disciplina de voto como si fuera una gran


gesta política. Sin embargo, las alabanzas desde las filas del PP por este hecho chocan con el trato dispensado a Cayetana Álvarez de Toledo cuando ella hizo lo mismo -su votó fue en


blanco- en la votación para los nuevos miembros del Tribunal Constitucional tras un acuerdo de su partido con el Gobierno de Pedro Sánchez.


«Grande», «¡Valiente!», «Admiro el trabajo de @GarciaAdanero y @sergiosayas. Sois personas de honor. No a la contrarreforma laboral. No a la banda de Sánchez», fueron algunos de los


comentarios que salieron desde las cuentas de Twitter de diputados nacionales y autonómicos del PP.


Todo ello, a los pocos minutos de que los representantes de UPN anunciasen en sus redes sociales que no harían caso al acuerdo suscrito por su partido con el Partido Socialista de Navarra


(PSN) para no reprobar al alcalde de Pamplona, Enrique Maya. Un pacto, eso sí, que se hizo a espaldas de sus diputados en Madrid, tal y como desveló THE OBJECTIVE en exclusiva.


Este viernes aún resonaban en las filas populares los ecos del paso dado por Sayas y García Adanero. Su portavoz adjunto en la Cámara baja, Mario Garcés, resumió el sentir de sus compañeros


en un elogioso tuit hacia los dos diputados de UPN cuando estos se negaron a entregar las actas, tal y como le pedía el presidente de la formación regionalista, Javier Esparza. «Me quedo con


la integridad y la valentía de dos grandes amigos. (…) Por muchas horas más de conversaciones y complicidad», subrayó Garcés, quien ejerce también como coordinador económico del grupo


parlamentario del PP.


La propia Cayetana Álvarez de Toledo hurgó en la herida de las contradicciones del PP cuando a los pocos minutos de la surrealista votación sobre la reforma laboral celebró que Sayas y


García Adanero hubiesen roto «toda disciplina excepto la de sus convicciones», justo el argumento esgrimido en su extenso recurso contra la sanción de 500 euros que le impuso el grupo


parlamentario del PP por saltarse la orden de votar ‘sí’ a la renovación del TC en noviembre.


Desde entonces, la exportavoz del PP en la Cámara baja ha defendido la actitud de los diputados navarros, sobre todo de Sergio Sayas, por decir que sus jefes «no son los partidos, sino los


españoles» y por insistir en que «no hay mayor tránsfuga que alguien que engaña a sus votantes».


Además, ha aprovechado la polémica para arremeter contra la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, por su «degradante cacicada», al no dejar que Alberto Casero modificase en el hemiciclo


el sentido de su voto telemático. «Batet merece una reprobación inmediata», subrayó en su cuenta de Twitter.


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