La prevención de la dependencia y la soledad no tiene vacaciones


La prevención de la dependencia y la soledad no tiene vacaciones

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«En este huerto se puede trabajar derecho». A sus 85 años, Román Cuesta Fernández mantiene su afición al cultivo de la tierra. Tras dejar el huerto que cuidaba en La Candamia o en un pequeño


terruño en Canaleja de Torío porque la edad ya no le permite el ritmo que exigen la hazada, el rastrillo y las tijeras de poda, vuelve a recuperar la ilusión en el huerto urbano que el


Credei (Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas en Situación de Dependencia) está cultivando en sus instalaciones del Polígono 10. Es un proyecto nuevo en el que participan los


35 usuarios que acuden durante el año al centro.   En este huerto recién plantado brotan ya pimientos, tomates y cebollas, entre otras verduras. Román muestra orgulloso el espacio que ha


trabajado con sus manos para plantar los tomates. A su lado está Emiliano García, de 87 años, que colaboró con la plantación de cebollas. «Yo no he tenido huerta, pero sé como plantar las


cebollas». Emiliano vive solo, con la ayuda de una hija que le echa una mano en todo lo que necesita, pero la compañía del grupo de personas mayores que asisten a las actividades del Credei


le ha devuelto la ilusión por las relaciones sociales. «Ya acaba el año y yo quería seguir más, pero me dicen que hay muchas solicitudes y solo podemos estar un año. Vendré también en verano


si estoy aquí, aunque me vaya unos días a Valle de las Casas, mi pueblo. Quiero seguir en contacto con todos ellos».    Para Isabel Castro, asistir a las actividades del Credei «es lo mejor


que me ha pasado» a sus 78 años. «Llevo años luchando por encauzar mi vida. Vivo sola y venir aquí me ha abierto la mente».    Este verano, como novedad, el Credei abre también en


vacaciones. Una de las actividades programadas es el cuidado del huerto y su mantenimiento. El centro da un paso más para involucrar a los mayores en actividades que los mantengan activos.


«Cuando empezamos solo podían estar seis meses, luego ampliamos a nueve meses y ahora abrimos también este verano». La diferencia es que durante el verano las actividades no tendrán un


compromiso de asistencia fijo. «Muchos se van unos días de vacaciones, pero otros no. La idea es que vengan cuando quieran pero sin compromiso de permanencia». De momento, los talleres y


actividades están restringidas a las personas que acuden todo el año. Habrá días concretos, en los que invitaremos a las familias y los vecinos del barrio», asegura Diego Herrero, trabajador


social del centro. El Credei se transformará en verano en una especia de club en el que los usuarios podrán entrar y salir cuando quieran y participar en las actividades que estén


programadas en ese momento. También podrán acudir solo para conversar y ver a sus compañeros, leer el periódico, realizar ejercicio físico en los espacios biosaludables que hay en los


parques, participar en el club de lectura fácil, que en verano se ha reorganizado para que sean lecturas cortas de uno o dos días, tomar un café y hacer tertulia con otras personas, una de


las actividades pensadas para estimular la conversación. «No queremos que rompan las relaciones en verano, que sigan en contacto y que mantengan esa amistad y encuentros también fuera del


centro. Aquí aprenden unas rutinas que tienen que mantener después». ACABAR CON EL EDADISMO En las conversaciones con el grupo, los técnicos del centro introducen temas de conversación como


el edadismo o la jubilación. «Tienen que desterrar estereotipos por el hecho de ser mayores». Todo está pensado para prevenir la dependencia física y psicológica y evitar la soledad no


deseada. Las relaciones sociales dan vida al cuerpo y a la mente. Para participar en los talles y cursos que organiza el Credei durante el año hace falta una inscripción previa. Las personas


que estén interesadas pueden acercarse a las instalaciones situadas en el Polígono 10, visitar el centro y rellenar la solicitud. Como todos los centros de referencia del Estado tienen un


límite de permanencia. CUIDADO DEL HUERTO URBANO ESTUDIANTES DE TRABAJO SOCIAL VISITAN LAS INSTALACIONES ROMÁN Y EMILIANO MUESTRAN LAS CEBOLLAS Y LOS TOMATES QUE HAN PLANTADO EMILIANO CUIDA


SUS PLANTACIONES LA PSICÓLOGA SILVIA FERNÁNDEZ CONVERSA CON ISABEL CASTRO, USUARIA ALUMNAS DE LA ESCUELA DE TRABAJO SOCIAL, EN EL CREDEI CHARLA SOBRE LOS RECURSOS PARA PREVENIR LA SOLEDAD NO


DESEADA CLA DIRECTORA DEL CENTRO, ROSA ISABEL GONZÁLEZ, Y LA PSICÓLOGA SILVIA FERNÁNDEZ