Nivel de actividad en la mediana edad previene la demencia


Nivel de actividad en la mediana edad previene la demencia

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Pero Najar ajustó los resultados para tener en cuenta aspectos como tener la presión alta, tener diabetes y fumar cigarrillos, que podrían haber afectado los riesgos individuales de las


participantes de padecer demencia. Najar y su equipo también volvieron a calcular los resultados luego de excluir a mujeres que comenzaron a padecer demencia hacia la mitad del estudio, para


descartar la posibilidad de que ellas estaban en una etapa muy inicial de la demencia cuando empezó el estudio, que ya podría haber estado limitando su participación en actividades. Si bien


los resultados indican que los niveles de actividad tanto física como mental podrían afectar la salud cognitiva más adelante —Najar mencionó que la actividad física podría reducir las


probabilidades de padecer demencia vascular en particular—, las conclusiones del estudio también demuestran cómo los efectos de los dos tipos de actividades son diferentes. Como dijo Najar:


“Descubrimos que las actividades mentales a los cuarenta años, como leer un libro, resolver crucigramas, cantar o ir a conciertos, para nombrar algunas, redujeron el riesgo de demencia y de


la enfermedad de Alzheimer, sin importar qué tan físicamente activas fueron las mujeres. Por otro lado, la actividad física a los cuarenta redujo el riesgo de los tipos de demencia más


vasculares, sin importar qué tan mentalmente activas fueron las mujeres”. Entretenimiento Paramount+ 10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers >


Estas investigaciones de observación refuerzan los resultados de otros estudios publicados hace poco. En University of Washington, los investigadores analizaron cómo el haber hecho ejercicio


durante años podría ayudar a eludir el daño cerebral en aquellas personas que tienen un gen que aumenta su riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer. Los especialistas dicen que el reto


continuo de investigación es encontrar el mecanismo que conecta estos factores de estilo de vida durante los cuarenta a efectos protectores específicos en el cerebro. Determinar qué es lo


que afecta los cambios cognitivos asociados con el envejecimiento en comparación con lo que previene enfermedades como la de Alzheimer, y lo distintos que son estos dos aspectos, también son


grandes interrogantes.  Si bien el mensaje no es nuevo, los resultados de este estudio ofrecen “un mensaje de confirmación y pruebas adicionales sobre la validez de la idea de mantenerse


cognitiva y físicamente activo para prevenir los efectos cognitivos del envejecimiento”, dice el neurólogo Ron Petersen, director del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer y


del Estudio sobre el Envejecimiento de la Mayo Clinic en Rochester, Minnesota. Petersen menciona que el Global Council on Brain Health (Consejo Mundial sobre la Salud Cerebral), de AARP, al


cual pertenece, descubrió hace poco que había suficiente consenso científico para recomendar que las personas de mediana edad realicen actividades físicas y mentales con el propósito


explícito de mejorar su futura salud cognitiva.